ENTRADAS

sábado, 29 de diciembre de 2012

Una conversación entre ángeles




En la ventana del cielo, un ángel se asomó para mirar a alguien  hacia abajo. Era alto, joven, tenía mucho cabello y un aspecto robusto. Se le acercó otro ángel. El arcangel. Era más grande y fuerte, pero con aspecto bonachón.
-¿Cómo estás? Preguntó el arcangel.
-Estoy triste-respondió el ángel.
 
-¿Porqué?
 
-Es que he visto todo lo que pasa en la tierra por siglos. He sido testigo de todo lo que ha pasado. Desde la época de Noe y Abraham. He visto a Moises, a los jueces y luego los años de los reyes, David, Salomón y los demas. Vi a los profetas confrontando a la nación y haciendole un llamado a volverse a Dios. Vi los 33 años de Jesús y a sus discípulos. Al ápostol Pablo, las cartas que escribió y las iglesias que fundó. He sido testigo de la persecución que sufrió la iglesia por los judios. Vi cristianos morir devorados por leones en el coliseo romano. Vi hombres de Dios morir como mártires, perseguidos, degollados y hasta quemados. Luego Martin Lutero que desafió a la iglesia católica por prohibir a los fieles leer la biblia.
Pero ahora en esta época he visto algo que no habia pasado. Hay cristianos, pero no los veo sufriendo. No los veo perseguidos, no los veo que corren por sus vidas. Vemos a muchos pecando y esos mismos levantando las manos en la iglesia. Llorando un poco, pero regresando a casa para hacer lo mismo. Veo a jóvenes que van a la iglesia, pero que no parecen cristianos. Veo a jóvenes que admiran, imitan y hasta procuran ser como los cantantes impios. Muchos de ellos mirando programas que los hacen pensar en cosas que deshonran a Dios.
Veo a hombres con un orgullo tan fuerte, que ya no piden perdón. Veo algunos que se han divorciado varias veces, pero se vuelven a casar con ligereza. Otros pelean con los hermanos por las cosas mas ridículas. Veo que las mujeres ya no tienen pudor para vestirse. Algunas llegan a las iglesias con escotes y pantalones tan apretados que parecen que van a explotar. He visto casadas coqueteando con otros hombres. Aun dentro de la iglesia. Veo jóvenes cristianos faltando el respeto a los adultos. Veo a los líderes de las iglesias abusando de otras personas. Veo a los músicos cristianos actuando como si fueran artistas. Veo a personas que dejan sus iglesias por que algún hermano les cae mal. Otros se ofende por que se habla de los diezmos y ofrendas. Veo pastores, ápostoles y adoradores que cometieron adulterio, volviendo a los púlpitos tan desesperados como adictos que vuelven al vicio. Vuelven al “ministerio” sin ser restaurados. Regresan sin ninguna evidencia de arrepentimiento y con una “nueva revelación” de la gracia y la misericordia. Y cuando predican,con un fuerte enfasis en las segundas oportunidades. Veo a hombres cristianos haciendo negocios turbios. Los testimonios son tan superficiales, y se enfocan en las cosas materiales. Veo a cristianos tolerantes con las cosas del mundo. Veo que la gente no ora. No leen la biblia. No practican la santidad. Por eso estoy triste. Porque los de antes tenían menos, pero eran más felices sirviendo a Dios. Tenian más temor- dijo el ángel.
Luego se quedó esperando para escuchar al arcangel. El siempre tenía algo sabio que decir.
-Eso va cambiar. Porque hay dos personas que harán la diferencia. Un hombre y una mujer. Dijo arcangel.
-¿Y cómo se llaman?
-Es un hombre y una mujer que han sufrido, pero han permanecido en Cristo. Al comienzo fue un poco difícil para ellos, pero han sido fieles. Han vivido en santidad. Han vencido las tentaciones. Han hecho cosas en secreto que solo Dios ha visto y están a punto de ser recompensados. No te puedo decir los nombres, pero te los puedo mostrar donde estan.
-Ok-dijo el joven ángel emocionado.
-El hombre es el que está mirando algo y la mujer es la que está alla. Los dos estan leyendo lo mismo.
-¿Y qué estan leyendo?-preguntó el ángel.
El arcangel sonrió.

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