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sábado, 16 de marzo de 2013

50 Años en la Iglesia de Roma - Charles Chiniquy

Descargue el libro: "50 Años en la Iglesia de Roma"  -  Charles Chiniquy
 
"Yo repetiré lo que dije en Urbana, cuando por primera vez usted me dijo de sus temores de que yo sea asesinado por los Jesuitas: Un hombre no debe cuidarse de cuando y donde él morirá, con tal que muera en el puesto de honor y deber. Pero yo puedo añadir, hoy, que tengo un presentimiento de que Dios vendrá a mí a través de la mano de un asesino. ¡Que se haga Su voluntad, y no la mía! El Papa y los Jesuitas, con su infernal Inquisición, son el único poder organizado en el mundo que tiene el recurso de la daga del asesino para asesinar a aquellos a quienes ellos no puedan convencer con sus argumentos o conquistar con la espada (Abraham Lincoln - Antes de ser asesinado)
 

"...si ellos pudieran saber como los sacerdotes, las monjas, y los monjes, que diariamente desembarcan en nuestras costas, bajo el pretexto de predicar su religión. ... no son otra cosa sino los emisarios del Papa, de Napoleón III, y los otros déspotas de Europa, para minar nuestras instituciones, alienar los corazones de nuestro pueblo de nuestra Constitución, y nuestras leyes, destruir nuestras escuelas, y preparar un reino de anarquía aquí como lo hicieron en Irlanda, en México, en España, y dondequiera que haya algunas personas que quieran ser libres". [Cincuenta Años En La Iglesia de Roma, Charles Chiniquy, 1968, reimpreso de la edición de 1886]

La conversión de Charles Chiniquy, un ex sacerdote católico

He aquí la hermosa y conmovedora historia de un sacerdote que no pudo permanecer en la Iglesia Católica Romana. Te reirás y llorarás con Chíniquy, y tu corazón se conmoverá con un profundo deseo de obedecer a Cristo y solamente a Él. Siendo niño, Chíniquy memorizaba las Escrituras en el regazo de su madre y desarrolló un profundo amor a Dios. Al llegar a ser sacerdote, desesperadamente quería poner su confianza plena en su “Iglesia”, pero lo inundaban olas de dudas porque su “Iglesia” profesaba adhesión al Evangelio; sin embargo, lo violaba continuamente.

Sus superiores celosos le acusaron falsamente, pero Abraham Lincoln lo defendió y salvó su reputación. Chíniquy prueba que fueron los Jesuitas quienes más tarde asesinaron a Abraham Lincoln y explica por qué. Finalmente, su obispo demandó que desechara su preciosa Biblia y prometiera obediencia ciega a la “Iglesia”. Después de una noche oscura de lucha interior, salió gloriosamente salvo y guió casi a toda la población de St. Anne,
Illinois, a confiar solamente en Cristo. Esta es la mejor obra que se haya escrito para mostrar, desde adentro, lo que el Catolicismo realmente es.
 

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