Como
ENOC, caminar en compañerismo diario con el Padre
celestial.
Como ABRAHAM, confiar
incondicionalmente en Dios.
Como MOISÉS, obedecer a Dios
aunque esto signifique sufrir.
Como JOSÉ, dar la espalda a la
tentación.
Como JOSUÉ y CALEB, no
permitir que me desanimen los obstáculos.
Como EZEQUÍAS,
preparar mi corazón para buscar a Dios.
Como DAVID, alzar mis ojos a
los montes y recordar que mi socorro viene de Jehová.
Como
JOB, ser paciente bajo cualquier circunstancia.
Como
DANIEL, vivir en comunión constante con Dios.
Como ANDRÉS, guiar a mis
hermanos a Cristo.
Como ESTEBAN, manifestar un espíritu
de perdón hacia los que me hieren.
Como PABLO, olvidar
lo que está atrás y proseguir a la meta.
Reconociendo mi
incapacidad de alcanzar estos objetivos por mis propias fuerzas, proclamo las
palabras de la Biblia:
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Filipenses:4:13
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Jamás debemos subestimar el poder de
nuestras acciones.
Un pequeño gesto puede transformar para bien o para mal
la vida de otro.Le sonrio
a la vida
porque encontré el verdadero amor que es
DIOS!!